El dolor es el principal síntoma de la Osteoartritis y su paliación es el objetivo más importante de los tratamientos actuales, ya sean medicamentosos o no.
¿Por qué es dolorosa la osteoartritis?
Para notar la sensación de dolor, es necesario que nuestro cerebro sea informado de que "duele en algún sitio". Esto requiere que los mensajes de las terminaciones nerviosas circulen por los nervios que van a la médula espinal y hasta el cerebro.
Pero el cartílago no está inervado: no contiene ninguna terminación nerviosa. Por lo tanto, en principio, la osteoartritis, una enfermedad del cartílago, no debería ser dolorosa… ¡pero resulta que sí lo es!
Existen dos teorías para explicar el dolor del paciente artrósico:
- el dolor procede del sufrimiento de los tejidos circundantes que, por el contrario, están muy inervados y, sobre todo, la membrana sinovial, el hueso situado debajo del cartílago, los ligamento y/o los tendones;
- el dolor viene del cartílago debido a la aparición de terminaciones nerviosas cuando el cartílago enferma. El término técnico es neo-neuro-génesis (génesis = fabricación, neuro = nervio, neo = nueva).
¿Cómo reacciona frente al dolor?
Siga al pie de la letra el tratamiento prescrito por su médico.
¡Perfecto!, tiene toda la razón de seguir al pie de la letra los consejos de su médico. Sólo él le sabrá proponer el tratamiento más adaptado a su caso.
No toma nada.
Se equivoca, lo mejor es permitir que su médico le prescriba el tratamiento más adecuado para el dolor.
Toma una pastilla de vez en cuando.
Tiene razón al querer aliviar su dolor pero, ¿por qué esperar a estar sufriendo para tomar un medicamento?
Si sigue al pie de la letra los consejos de su médico, sus crisis podrían ser menos frecuentes y, por lo tanto, el dolor estaría menos presente.
Prefiere tomar medicamentos para las cosas más importantes.
Por supuesto, existen enfermedades más "graves" que la osteoartritis. Pero no es un motivo para ignorarla, ya que puede ocasionar una molestia cotidiana importante si la dejamos evolucionar sin hacer nada.
Se trata de una verdadera enfermedad de las articulaciones que requiere un tratamiento eficaz: medicamentos, y reeducación.
Toma un medicamento aconsejado por su vecina.
Atención: tan solo su médico sabe qué medicamentos le vienen bien. Tomar los mismos medicamentos que otra persona, porque a ella le van bien, no es una buena idea y, en ocasiones, puede resultar peligroso. Siga al pie de la letra la prescripción de su médico y, si lo estima necesario, pídale su opinión sobre el producto del que le han hablado.
Abandona el tratamiento al cabo de pocos días porque no ve ninguna mejoría.
Algunos medicamentos recetados en caso de osteoartritis requieren ser tomados durante varias semanas para que el paciente note la mejoría.
Tenga paciencia y confíe en su médico: no dude en hablar con él ya que, si es necesario, podría adaptar mejor su tratamiento.
Abandona el tratamiento en cuando se siente mejor.
Comete un error. Hay que respetar la duración del tratamiento que le recete el médico. Si decide interrumpir un tratamiento eficaz sin consular con su médico, puede comprometer todo el beneficio obtenido.
Rechaza sistemáticamente las infiltraciones de corticoides.
Siempre y cuando las realice correctamente un médico experimentado, las infiltraciones de corticoides no tienen por qué dar miedo, ya que son muy eficaces en caso de acceso de osteoartritis, especialmente en la rodilla.