Quizás su médico ya le haya recetado un gel o una pomada anti-inflamatoria que se aplica sobre la dolor articular.
Están particularmente indicadas para las pequeñas articulaciones como las de los dedos, por ejemplo.
Tienen la ventaja de actuar rápidamente y difundirse poco en la sangre, lo que limita el riesgo de los efectos indeseables de los anti-inflamatorios, especialmente para las personas que padecen del estómago.