¿Para qué sirve?
Se trata de sustituir una articulación muy dañada por la osteoartritis por una articulación de material sintético. La indicación no es urgente nunca, ya que se trata, sobre todo, de mejorar la comodidad. La decisión quirúrgica es el fruto de una concertación entre usted mismo, su médico y el cirujano.
En general, los resultados son buenos, con una reducción del dolor debido a la osteoartritis y una restauración satisfactoria de la movilidad. Sin embargo, no podemos olvidar que una articulación con prótesis nunca funciona tan bien como una articulación normal. Las técnicas más seguras y con los mejores resultados son las que se utilizan en la cadera y la rodilla.
¿Cómo funciona?
Principalmente se trata de las articulaciones de la rodilla y la cadera . Las prótesis están constituidas de distintos materiales y se fijan al hueso con un cemento específico o unas "colas biológicas".
La intervención se realiza con anestesia general o loco-regional. También se prevé una auto-transfusión (extracción de su propia sangre antes de la intervención para hacerle una transfusión durante la operación si es necesario). Esta técnica permite suprimir todos los riesgos de la transfusión.
La hospitalización dura aproximadamente una semana, pero después se aconseja una estancia de entre 4 y 6 semanas en un centro de reeducación.
¿Qué precauciones tomar?
En todos los casos, estos gestos son inevitables cuando todos los tratamientos médicos han fracasado. Todos los materiales utilizados presentan el inconveniente de desgastarse al cabo de 15 ó 20 años, y el desgaste es aún más rápido cuando las personas son jóvenes y activas. Por este motivo, en general (excepto algún caso particular), no se propone la implantación de una prótesis total en una persona de menos de 55 - 60 años.
Es necesario realizar una preparación:
- refuerzo muscular para los músculos que rodearán la prótesis;
- adelgazamiento en caso de obesidad;
- eliminación de cualquier foco infeccioso (dientes, sinus, etc.)
Algunos cirujanos recomiendan un plazo de uno o varios meses entre la última infiltración de corticoides y la intervención, para que el paciente esté protegido de una eventual infección, posible con los corticoides. Los riesgos son los propios de cualquier intervención quirúrgica, pero también hay complicaciones específicas de la prótes
- la prótesis puede separarse del hueso al que se había fijado: en ocasiones, este desellamiento provoca una infección (del 1 al 2 %);
- una mala colocación de la prótesis;
- y, para terminar, mucho menos graves, los problemas dolorosos musculares o tendinosos que desaparecen con una correcta reeducación.