Este procedimiento ancestral utiliza con fines terapéuticos las propiedades físicas y químicas del agua. El termalismo utiliza el agua dulce y los lodos, al contrario que la talasoterapia que, por su parte, saca partido a las virtudes del agua marina y las algas.
¿Cuál es su interés en la osteoartritis?
Algunos estudios sobre la osteoartritis de rodilla, cadera y dedos destacan los efectos benéficos que la cura tiene sobre el dolor, la movilidad y el bienestar del paciente. También permitiría una disminución de los medicamentos analgésicos y anti-inflamatorios.
La osteoartritis es, actualmente, la primera indicación de curas termales en reumatología.
Concierne a todas las partes del cuerpo:
- la cadera: la cura es, a menudo, útil en caso de imposibilidad quirúrgica
- los dedos, incluido el pulgar
- la rodilla
- la columna vertebral
También se recomiendan cuanto, tras una operación, hay dolores persistentes o residuales, especialmente tras una operación de la columna vertebral.
Contraindicaciones:
Se desaconseja hacer una cura termal si se encuentra en uno de los siguientes casos:
- está atravesando una crisis de reumatismo inflamatorio (poliartritis reumatoide, reumatismo psoriásico,…)
- padece un cáncer con metástasis óseas
- sigue un tratamiento inmunosupresor
- tiene una inmunosupresión adquirida o congénita
¿Qué tipos de tratamientos se realizan?
Los tratamientos generales corresponde a:
- aplicaciones de lodos;
- baños calientes a base de vapor;
- chorros – duchas sub-marinas;
- sesiones individuales o colectivas de kinesiterapia;
- masajes;
- movilizaciones en piscina;
- a veces, baños de lodo que pueden favorecer el movimiento.
Los tratamientos locales agrupación:
- aplicaciones locales de lodo;
- baños templados;
- masajes;
- las pedi-duchas o duchas de pies;
- las mano-duchas o duchas de manos;
- sesiones de kinesiterapia practicadas en el agua;
- utilizaciones de vapor que actúan en el dolor o los edemas.